Con el barco parado y aproado a la mar, la comitiva se situará en la popa de la embarcación, con total abrigo de viento y mar, y si lo desean, algún familiar procederá a la lectura de un responso.
A continuación, cada una de las personas del séquito echará cenizas a la mar y a continuación se arrojarán las flores. Durante el transcurso del acto, la tripulación permanecerá en silencio. La duración de esta ceremonia se estima en unos diez minutos.
Posteriormente se entregará a la familia un documento en el que conste la fecha y las coordenadas geográficas (latitud y longitud) del punto exacto donde se arrojaron las cenizas, por si se desea volver al mismo lugar a echar flores o las cenizas de otro familiar.